30 mayo 2006
Sobre el gobierno y el aceite de oliva
Me ha parecido genial el artículo de Carlos Sánchez, El aceite de oliva saca los colores al Gobierno: una cosa es predicar y otra dar trigo, en elConfidencial.com. En el artículo se explica magníficamente la contradicción que supone "ayudar" a los países del norte de África enviando dinero para frenar el flujo migratorio y, simultáneamente, poner barreras a la venta de sus productos en Europa, lo que les permitiría desarrollar sus economías.
Paradojas de la vida. A los pocos días de que el Consejo de Ministros aprobara el Plan África, sin duda una magnífica iniciativa, el Gobierno -su ministra de Agricultura- se descolgaba en Bruselas con una oposición radical a abrir las fronteras europeas a las importaciones de aceite oliva.
Cabe entender, por coherencia, que prefieren la entrada de inmigrantes -dada la inevitable permeabilidad de las fronteras- que de mercancías procedentes de los países emisores de mano de obra barata. Lo rentable es que vengan los norteafricanos a recoger nuestra aceituna en patera o en cayuco, pero ni hablar del peluquín si lo que pretenden en vender su mercancía.
¿Se imaginan que Mauritania, Guinea Bissau, Níger o Mali puedan vender libremente su producción agraria? ¡Que horror!, debe pensar la ministra Espinosa. Entiendo que en su reciente viaje por Mozambique, la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, habrá dicho a las autoridades de Maputo que lo lógico es que los ciudadanos españoles sigan comprando productos agrícolas nacionales (no sólo de aceite de oliva vive el hombre) en aras de no debilitar la producción interior. Y que eso de comprar productos a un país en el que la agricultura representa el 40% del PIB es una ordinariez. Lo elegante y estupendo es enviar una misión diplomática a hablar con las autoridades y aprovechar la ocasión para tirar de chequera y demostrar al mundo que somos unos campeones en ayuda al desarrollo.
Etiquetas: política
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4 comentarios:
En el fondo no se quiere atajar el problema (la situación en Africa) sino los síntomas (lo que nos molestan cuando vienen en pateras).
¡Si es que somos cortos de miras!
La solución tiene que buscarse en un ganar/ganar, si no no será duradera.
Por Nice Lazpita. Fecha y hora: 31/5/06 22:35
Los políticos siempre trabajan a corto plazo, máximo las próximas elecciones, por eso no se puede esperar de ellos soluciones a problemas que requieran medidas a largo plazo, sólo parches para disimular la situación.
Por Anónimo. Fecha y hora: 1/6/06 00:48
jaizki, aunque como sabes, no coincido en alguno de tus planteamientos (y que siga así ;-) ), no puedo estar más de acuerdo con estos dos últimos post.
Lo del aceite es de broma, el precio se dispara en España, pero no se permite que venga otro más barato (¿a quién debe defender el gobierno: a los lobbies o a los ciudadanos?).
Lo del gallego se define por si mismo. Creo que en Aragón también tuvieron una historia similar para cambiar el escudo de una ciudad, que sólo tiene 600 años, porque recordaba a una batalla contra los musulmanes. Lo bueno de ser político es que puedes dedicar el tiempo a estas cosas tan importantes, en vez de a nimiedades como el paro, la vivienda, ....
Por Anónimo. Fecha y hora: 1/6/06 13:11
Rafa, para que te voy a engañar, a mí la polémica me encanta, pero por que una vez estemos de acuerdo tampoco pasa nada. ;)
De lo del aceite, tan preocupante me parece que pongan por delante de los ciudadanos a los productores, como que vayan a dar limosna al norte de África para salir en la foto, y luego les estén jodiendo la única vía que tienen de empezar a desarrollar su economía. Claro que el principal culpable de que pase eso en Europa no es España, es Francia.
En cuanto a lo del escudo de Aragón, realmente es lamentable la hipocresía asociada a lo políticamente correcto. No podemos decir negro, porque es racista, hay que decir subsahariano. No podemos decir moro, tenemos que decir magrebí. Y si les recriminamos alguna actitud que no consentiríamos a un paisano, somos unos racistas y unos xenófobos.
Yo soy partidario de llamar al pan, pan y al vino, vino. Y si alguien se ofente, problema suyo. Lo que no soporto es a esos que esconden su odio racial bajo palabras políticamente correctas. ¡Hipócritas!
En cuanto a lo que hacen los políticos, siempre me ha gustado aquella frase que decía:
"Argentina es un páis tan rico que se recupera en las horas que duermen sus políticos."
Por Anónimo. Fecha y hora: 1/6/06 20:08
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