29 diciembre 2005
Idea radical: la permuta
Otra idea radical de Julen, después eliminar el calendario anual de trabajo y la gerencia, ahora propone la permuta. Voy a procurar hacer una síntesis lo más fiel posible al original.
La idea es ayudar a que las personas vayan permutando sus puestos para encontrar el que más les encaje, en un proceso dinámico, constante en el tiempo y mediante negociación.
Mediante permuta, las personas deciden y encuentran la responsabilidad que les satisface. Desparece el concepto de "promoción". El equipo de gestión de la empresa decide qué puestos o responsabilidades hace falta cubrir y las personas negocian entre ellas quién va dónde.
La condición para los movimientos internos es el acuerdo entre las partes, incluyendo el económico. Cada persona busca dentro de la organización qué le interesa y dónde puede trabajar más a gusto. Las ventajas:
* las personas son activas para conocer la organización
* se potencia la negociación y el consenso entre las partes
* incita a gestionar la propia satisfacción laboral
* incita a encontrar el lugar donde el rendimiento es el más adecuado
* nadie decide por uno su desarrollo personal y profesional
Se impulsa la organización informal, la real, la de las personas. Los “gestores” no tienen poder para decir no a un consenso entre partes. Siempre prima el acuerdo por negociación, aunque, pudiera intervenir un árbitro, si se produjera conflicto. El mercado interno de oferta/demanda se autorregula. Los acuerdos pueden llegar más allá que el intercambio de puesto.
La idea refleja lo que ya sucede en la mayor parte de las empresas. Las personas se ponen de acuerdo para hacer cosas, a pesar de la dirección. Cuando tienen que hacer cosas recurren a su red informal, no al organigrama.
Telémaco, ha añadido un comentario muy interesante, sugiriendo que la permuta fuese obligatoria al principio y cada cierto tiempo, para evitar que algunos se acomoden a un puesto cerrando la entrada a otras personas que estuviesen interesadas.
Personalmente, ya he defendido anteriormente que hay que encontrar el puesto adecuado para que cada persona esté satisfecha y rinda al máximo. La idea de que los empleados se repartan los trabajos resulta sin duda atractiva, no obstante, como me ocurría con el tema de la gerencia, veo problemas de implantación por la propia naturaleza de las personas. Como comenta Telémaco hay un riesgo de que cierta gente se acomode negando el acceso a su puesto a gente mejor preparada, y la solución de hacer el cambio obligatorio tampoco me convence, una persona haciendo un excelente trabajo tendría que dejarlo. En ese sentido yo recomendaría:
- Evaluación de terceros para determinar la idoneidad para el puesto de la persona (incluyendo cliente interno y externo). Se forzaría el cambio cuando el nivel de satisfacción con el trabajo de la persona es baja y se le daría prioridad para mantenerlo cuando es alta.
Además, a en propuesta de Julen introduciría otros dos elementos adicionales, que creo la complementarían bien:
- Evolución salarial según rendimiento y satisfacción de los demás con el trabajo. Esto evitaría la necesidad de promocionar para mejorar salarialmente. Un magnífico vendedor puede acabar siendo un director comercial nefasto para poder cobrar más.
- Definición individual del propio puesto de trabajo intercambiando o compartiendo tareas con otros, quedando garantizando mediante algún tipo de supervisión que todas las tareas tienen un responsable. Esto aumentaría la flexibilidad que ofrece la permuta de puestos (creo que Julen ya lo insinuaba aunque a mí no me ha quedado claro del todo).
La idea es ayudar a que las personas vayan permutando sus puestos para encontrar el que más les encaje, en un proceso dinámico, constante en el tiempo y mediante negociación.
Mediante permuta, las personas deciden y encuentran la responsabilidad que les satisface. Desparece el concepto de "promoción". El equipo de gestión de la empresa decide qué puestos o responsabilidades hace falta cubrir y las personas negocian entre ellas quién va dónde.
La condición para los movimientos internos es el acuerdo entre las partes, incluyendo el económico. Cada persona busca dentro de la organización qué le interesa y dónde puede trabajar más a gusto. Las ventajas:
* las personas son activas para conocer la organización
* se potencia la negociación y el consenso entre las partes
* incita a gestionar la propia satisfacción laboral
* incita a encontrar el lugar donde el rendimiento es el más adecuado
* nadie decide por uno su desarrollo personal y profesional
Se impulsa la organización informal, la real, la de las personas. Los “gestores” no tienen poder para decir no a un consenso entre partes. Siempre prima el acuerdo por negociación, aunque, pudiera intervenir un árbitro, si se produjera conflicto. El mercado interno de oferta/demanda se autorregula. Los acuerdos pueden llegar más allá que el intercambio de puesto.
La idea refleja lo que ya sucede en la mayor parte de las empresas. Las personas se ponen de acuerdo para hacer cosas, a pesar de la dirección. Cuando tienen que hacer cosas recurren a su red informal, no al organigrama.
Telémaco, ha añadido un comentario muy interesante, sugiriendo que la permuta fuese obligatoria al principio y cada cierto tiempo, para evitar que algunos se acomoden a un puesto cerrando la entrada a otras personas que estuviesen interesadas.
Personalmente, ya he defendido anteriormente que hay que encontrar el puesto adecuado para que cada persona esté satisfecha y rinda al máximo. La idea de que los empleados se repartan los trabajos resulta sin duda atractiva, no obstante, como me ocurría con el tema de la gerencia, veo problemas de implantación por la propia naturaleza de las personas. Como comenta Telémaco hay un riesgo de que cierta gente se acomode negando el acceso a su puesto a gente mejor preparada, y la solución de hacer el cambio obligatorio tampoco me convence, una persona haciendo un excelente trabajo tendría que dejarlo. En ese sentido yo recomendaría:
- Evaluación de terceros para determinar la idoneidad para el puesto de la persona (incluyendo cliente interno y externo). Se forzaría el cambio cuando el nivel de satisfacción con el trabajo de la persona es baja y se le daría prioridad para mantenerlo cuando es alta.
Además, a en propuesta de Julen introduciría otros dos elementos adicionales, que creo la complementarían bien:
- Evolución salarial según rendimiento y satisfacción de los demás con el trabajo. Esto evitaría la necesidad de promocionar para mejorar salarialmente. Un magnífico vendedor puede acabar siendo un director comercial nefasto para poder cobrar más.
- Definición individual del propio puesto de trabajo intercambiando o compartiendo tareas con otros, quedando garantizando mediante algún tipo de supervisión que todas las tareas tienen un responsable. Esto aumentaría la flexibilidad que ofrece la permuta de puestos (creo que Julen ya lo insinuaba aunque a mí no me ha quedado claro del todo).
Etiquetas: artesanía en red, gestión, RRHH
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